lunes, 24 de noviembre de 2008

La parodia policial en las manos de Borges y Bioy Casares

Si bien Borges y Bioy Casares trabajan con múltiples transgresiones sobre el policial en Seis problemas para don Isidro Parodi, estas no logran afectar las leyes ni las configuraciones mayores de este género.
Isidro Parodi es el protagonista, un peluquero devenido en detective, que se encuentra encerrado en la penitenciaría nacional a causa de un crimen que no cometió. Con el paso del tiempo este hombre ha logrado mostrar su virtud más sobresaliente: la paciencia. Una paciencia que exhibe cada vez que se predispone a escuchar las seis historias de sus visitantes.
Ante esta configuración narrativa aparece en escena la parodia, un género burlesco que se sirve de expresiones e ideas de otra obra, en este caso la literatura policial. Si bien en los relatos se respetan las estrategias de revelación y ocultación dictadas por las normas, todos los datos se encuentran a disposición del lector pero presentados de forma en que se demore el acceso a la respuesta, en complemento con la figura del detective quien es el encargado de presentar la solución de los casos. Bajo este rol se puede decir que Parodi es un detective de escritorio, cuyo despacho aparece ridiculizado en la celda que habita. Si bien todos estos elementos se hacen presentes en los relatos, el eje de atención está centrado en el lenguaje altamente parodizado, que crea la oralidad argentina de los años 40.
La narrativa atraviesa un universo de voces que cuentan historias, cada una con su propio tono y desde un punto de vista propio. Los personajes son discursos y modos de hablar que entran en conflicto, que a la vez se interrumpen y superponen. Ante esta situación, Parodi es la única voz que pone un orden al caos verbal de las historias.
El protagonista se configura como un hombre solitario, con una vasta experiencia de vida que lo ha llevado a descreer de la verdad, de la Ley, de la Justicia, de las instituciones. Bajo esta concepción, el relato ofrece pasajes en los que se percibe el papel ridículo de la policía que se manifiesta en el desprecio que manifiesta el detective por esta institución.

1 comentario:

Soledad Barría. dijo...

Me gusta este blog, se lo voy a recomendar a un par de conocidos!!!
ya sé dónde revisar cuandome quede sin libros que leer!!!